Un postre decorativo con crema, hojaldres cubiertos de frambuesas y un remolino de nata montada, dispuestos en una bandeja de plata, perfecto para tartas de frutas.

Saint Honoré

El milagro de Saint Honoré:

Descubre la fascinante historia del famoso pastel de Saint Honoré

Cuando Santo le anunció a su enfermera que tenía la intención de hacerse sacerdote, ella estaba ocupada haciendo pan fresco. El ambiente en la cocina era acogedor, el olor del pan horneándose llenaba el aire con una sensación de calidez y tradición.

«Cuando mi pala eche hojas, ¡será usted obispo!», se burló la buena mujer, riéndose de la idea improbable que el Santo le presentaba.

Y con esas palabras juguetonas, algo extraordinario sucedió. Para su asombro y admiración, la pala se revistió de hojas, como una señal divina. Ese momento mágico no solo sorprendió a la enfermera, sino que también transformó la vida de todos a su alrededor.

¿Quién fue Saint Honoré?

Ilustración en vidriera de San Honorato sosteniendo un báculo episcopal, con panaderos elaborando pan y una tarta de San Honorato debajo. La banda tiene la inscripción "Saint Honoré, Patrono de los Panaderos".

Nació en el pueblo de Port-le-Grand, en Ponthieu, a principios del siglo VI.
Muy respetado entre los habitantes de la región, muchos creían en sus milagros e intervenciones divinas.
Fue ordenado obispo de Amiens y santificado en el siglo XI.

Tal fue su fama que se extendió por París, que el pueblo de Picardía le construyó una iglesia.
Posteriormente, en 1202, un panadero parisino ofreció 9 acres de tierra para construir una capilla en su honor.

Como resultado de ello, la Rue y Faubourg Saint Honoré se hicieron famosas en todo el mundo, al igual que la pastelería con el mismo nombre.

¿Por qué le dio su nombre a una pastelería?

Inventado en 1847 por un joven pastelero de las pastelerías Chiboust, el pastel de Saint-Honoré era inicialmente un brioche grande relleno de crema pastelera.
Es decir, cuando Auguste Julien, el joven pastelero en cuestión, fundó su pastelería, revisó la receta, que se convirtió en la que conocemos hoy en día.

El pastel consiste en una base de hojaldre, masa de pan o masa quebrada, rodeada por un cordón de "petit choux", rellenos de crema de vainilla y caramelizados.
Se finaliza rellenando el centro con crema Chiboust o Chantilly y se monta en forma de corona.

En el siglo XV, la primera cofradía de panaderos se constituyó en París, en la iglesia con su nombre.

En conclusión:
¡Es el santo patrón de los panaderos y pasteleros!


Además, la elección de Saint Honoré como patrono refleja la importancia de la tradición panadera en la cultura francesa.