Cuando se piensa en la Navidad en Francia, la imagen que viene a la mente es el Bûche de Noël. Este pastel festivo, con forma de tronco, es una deliciosa combinación de historia y tradición.
Traducido como “Tronco de Navidad”, la Bûche de Noël es un rollo de bizcocho hecho con bizcocho ligero, relleno y cubierto con crema, generalmente de mantequilla o ganache, decorado para parecer un tronco de madera.
Los sabores tradicionales son chocolate y café, pero hoy en día las pastelerías francesas ofrecen variedades creativas, como praliné, frutos rojos y creaciones gourmet con yuzu y caramelo salado.
La tradición del tronco de Navidad es antigua. Se remonta a rituales europeos donde, en el solsticio de invierno, las familias se reunían para quemar un tronco de árbol. Este “Yule Log” era escogido y quemado lentamente hasta el Año Nuevo para garantizar prosperidad y buena suerte.
El Bûche de Noël destaca por su presentación, imitando la corteza del árbol navideño.
Corteza: La cobertura de crema de mantequilla está trabajada para asemejarse a la corteza de árbol.
Musgo y Nieve: El toque final es azúcar glas para simular la nieve, y decoraciones como setas o acebo.
Hoy en día, los chefs pasteleros de París transforman el Bûche de Noël en obras de arte contemporáneo, manteniendo el espíritu del tronco.
Servida típicamente en la noche del 24 de diciembre, al final del Réveillon (la cena de Navidad francesa), la Bûche de Noël es el punto culminante de la comida.
Ya sea la versión clásica de chocolate y castaña que se remonta a sus orígenes, o una creación moderna y refrescante de frutos tropicales, degustar una porción de esta exquisitez es participar en un rito de paso dulce y mágico, que celebra la luz y la unión familiar.
Entonces, estas Navidades, ¿qué tal si inicias tu propia tradición y te deleitas con un Bûche de Noël casero?